Isidro Landaeta: Cuatrista Gracitano que lleva la Música Venezolana al mundo.

En Venezuela, en las acogedoras y queridas tierras del municipio José Tadeo, antigua capital del estado Guárico, ha sido una de las regiones que se ha caracterizado como cuna de artistas, letrados, cultores, folcloristas, escritores, poetas, músicos y otros talentos.

Nuevas generaciones han llevado en alto el nombre de nuestro terruño, como es el caso de Jesús Isidro Landaeta Vaamonde, nacido en Altagracia de Orituco 19 años de edad, un talentoso joven de nuestra localidad, su afición y habilidad para tocar el cuatro lo ha catapultado a nivel internacional, forjándole visionariamente una sólida trayectoria y un amplio reconocimiento como cuatrista de Venezuela.

Este joven gracitano pertenece a la Orquesta Henry Rubio. En el espectro nacional ha grabado y tocado en vivo con artistas de música llanera de la talla de Reynaldo armas, Armando Martínez, Justo Villalobos, Yennifer Mora, Antonio Piñango, Teo Galindez, Domingo García, Ángel Bigot, entre otros.

En el año 2013, participo por primera vez como invitado especial en el Festival Internacional “La Siembra del Cuatro” en el 2017 concursa y se lleva el segundo lugar como mejor cuatrista solista, en el año 2019 obtiene el primer lugar y es invitado a un concierto en México con la “Philarmonica of Los Angeles” la cual es dirigida por el maestro Gustavo Dudamel

Su compromiso musical lo ha llevado a seguir estudiando y formándose para ejecutar un magistral trabajo no solo en su tierra, sino también en México, Panamá, Estados Unidos, Alemania, Austria, entre muchos otros paises, donde ha tenido la oportunidad de exaltar artísticamente y dar a conocer sus raíces. Para Jesús Isidro Landaeta, una verdadera formación nunca termina. Y así nos lo demuestra con sus declaraciones en esta entrevista, donde se puede apreciar su humildad, perseverancia y ganas de continuar esa interminable, instructiva y enriquecedora formación como cuatrista.

Isidro Landaeta, has demostrado tener una gran habilidad para tocar el cuatro. Cuéntanos como fueron esos inicios.

R: Yo creo que desde la primera vez que tomé el instrumento. Siempre he sido una persona que cumple todo lo que se propone. Cuando agarré el cuatro por primera vez, supe que quería hacerlo parte de mi vida. Es un sentimiento que uno no puede describir: algo indescifrable. Así que, bueno, yo me di cuenta de eso cuando agarré el instrumento por primera vez.

Mis inicios fueron alrededor de los 8 y 9 años de edad. Me resulta difícil recordar con exactitud la fecha de mi primer concierto, porque ya han pasado 11 años. Si mal no recuerdo, fue en la escuela La Cumaná o en El Camejo. Mi instructor fue mi primo Ronner Landaeta, quien también es de este municipio.

¿Tocar el cuatro lo considerabas —al principio— como un hobbie o siempre supiste que ibas a hacerlo parte de tu vida?

R: Siempre supe que iba a formar parte de mi vida. Le agarré tanto cariño desde la primera vez que lo toqué, que supe que así iba a ser.

Esa gran habilidad que tienes como cuatrista te ha catapultado y te ha llevado a recorrer el mundo, donde has podido representar artísticamente a Venezuela: has estado en Austria, Estados Unidos, Alemania... ¿Qué ha significado para ti esa internacionalización?

R: He estado en Panamá, Austria, Alemania, México, Colombia... y ha significado mucho para mí, porque cuando uno sale de su país abre su mente, entiende muchas cosas, aprende muchísimo de la cultura de los otros países, y también se aprende qué hay que ser comprensivo y tolerante. No somos una sola cultura, sino miles, millones... Y yo me he sentido muy feliz de haber representado a mi país en otros lugares. Uno siempre espera más oportunidades, pero siento que he tenido mucha suerte.

¿Te ha sido fácil pertenecer al ámbito artístico? ¿Cómo lo has manejado siendo tan joven?

R: El ámbito artístico es muy difícil, lo qué pasa es que existen dos mundos con respecto al musical: existe el mundo académico y otro que no lo es. El académico es mucho más formal y en el otro siento qué hay que cuidarse más. En ambos mundos hay mucha envidia y tratos hostiles. No ha sido fácil acostumbrarme, pero —aun así— intento estar en los dos: en el académico y el “guataquero”, como decimos los músicos. Guataquero significa que “lo aprendí por imitación”, no porque lo estudié.

¿Qué se siente ser considerado uno de los mejores cuatristas de Venezuela? ¿Qué te hace sentir ese calificativo: te abruma o te enorgullece?

R: Ese es un término muy difícil de abarcar. Yo no me considero el mejor, aunque sí sé que hay personas que lo dicen. Yo hago el intento por hacer un buen trabajo y dar lo mejor de mí. ¿Que cómo me siento cuando me lo dicen? Me siento bien, pero a la vez me siento muy comprometido porque tengo que estudiar y trabajar más, pero no creo que sea el mejor porque siento que cada quien tiene algo que aportar. Cuando me lo dicen, sí siento mucha alegría porque me doy cuenta de que mi trabajo está dando frutos, pero eso no quiere decir que dejaré de formarme, más bien me comprometo más, y repito una verdadera formación nunca termina.

¿Cómo te gustaría seguir consolidando tu vida, desde el punto de vista personal, familiar, profesional y laboral? ¿Cuál es tu norte en este momento? ¿Hacia dónde vas, Isidro?

R: Yo siempre he sido muy enfocado. Mis metas son muchas, si me pongo a precisarlas todas tendría que hacer un voice como de 10 minutos. Una de mis principales metas consisten en dominar los dos estilos musicales y llegar a un alto top con respecto a la música académica y la música de calle, cómo dicen, de manera que pueda ser versátil en mi área y dominar cualquier estilo. Aparte de eso, personalmente, quiero crecer con mi familia, llegar a anciano —si Dios me lo permite—. Aunque, por los momentos, quiero culminar mis estudios musicales, hacer conferencias nacionales e internacionales, conciertos... por ahí vienen una serie de conciertos fuera del país, pero, bueno, hay que esperar primero que este virus desaparezca. Claro, todo esto si Dios me lo permite. Siempre le pido a Dios que me mantenga con mucha salud y humildad. Siempre les digo a mis familiares que el día en que me vean carente de humildad, que me lo digan y me saquen todos los respiros al sol, porque así es como las personas se hacen más humanas. En el medio artístico se lucha mucho con eso.

Es interesante eso que nos dices: dominio en dos estilos en busca de versatilidad y profesionalismo en tu área musical. Para nuestros lectores ¿Cómo se describiría Isidro Landaeta cómo ser humano?

R: Esta pregunta la responderé con dos calificativos: “sincero y querido hijo” (risas) y muy muy persistente. Así se considera Isidro Landaeta.

Isidro, muchísimas gracias por habernos concedido la entrevista al equipo digital de la Revista Guaraña. Esperamos que sigas consolidándote aún más como músico y profesional de este arte, que continúen los éxitos.

R: Ha sido un honor, estamos a la orden. Isidro Landaeta, ha llevado el cuatro a grandes espacios artísticos dentro y fuera de nuestro país. Sus allegados lo definen como como un joven humilde y sincero con madurez musical.